Un paseo sin pretensiones
Me encontraba solo en casa. El día estaba más bueno fuera que dentro; ideal para un paseo. Un paseo sin más. Ocurrió que cogí mi cámara, y este hecho me invitó a reparar en lo ínfimo de las cosas que encontré en mi camino para elevarlo al altar de lo importante. Así fue como un pequeño paseo sin pretensiones se convirtió en un viaje. No había ido nunca por aquel camino de poco más de un kilómetro alrededor de donde vivo, pero después de mi experiencia, he jurado volver.