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Caen, hora a hora,
los minutos.
La impaciencia tiñe de urgencias
la espera.
Hoy tu voz se comió a bocados mi aire,
hablas por mí,
el desánimo amputó mi voz.
Un final estaba anunciado,
y camina perezoso.
Velo rugoso,
empaña mis soles brillantes.
Caen, hora a hora,
los minutos.
Todo final tiene un principio
que un día también fue final,
lo recuerdo.
Hoy me matas y me obligas a nacer,
en un cuerpo deforme,
amasijo de muñones inválidos,
mendigo de abrazos.
Caen, hora a hora,
los minutos.
los minutos.
La impaciencia tiñe de urgencias
Obra de Zdzislaw Beksinski. (extraída de Google images) |
Hoy tu voz se comió a bocados mi aire,
hablas por mí,
el desánimo amputó mi voz.
Un final estaba anunciado,
y camina perezoso.
Velo rugoso,
empaña mis soles brillantes.
Caen, hora a hora,
los minutos.
Todo final tiene un principio
que un día también fue final,
lo recuerdo.
Hoy me matas y me obligas a nacer,
en un cuerpo deforme,
amasijo de muñones inválidos,
mendigo de abrazos.
Caen, hora a hora,
los minutos.
Comentarios
Un beso,
Esta tiene, definitivamente, muy buen ritmo.