La insoportable levedad del ser - Milan Kundera

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Libro: La insoportable levedad del ser 
Autor: Milan Kundera 
Editorial: Tusquets editores S.A.

ISBN: 978-84-8383-5123-8

PVP: 8,50 € en tapa blanda (Amazon)

Cuestión de contrapesos.

La insoportable levedad del ser, más que una novela es todo un tratado de filosofía, sociología y psicología (todo junto) en poco más de 300 páginas. La obra es minimalista para dejar amplio margen a la reflexión. Cuatro personajes pivotales, no más de seis escenarios en los que moverse, un momento sociopolítico concreto y un perro, casi al final, para dar forma a esa palabra tan compleja y que todos perseguimos y casi nunca alcanzamos del todo: la felicidad.

<<Si Karenin hubiera sido un hombre y no un perro, seguro que hace tiempo ya que le hubiera dicho a Teresa: "Haz el favor, estoy aburrido de llevar todos los días el panecillo en la boca. ¿No puedes inventar algo nuevo?". En esta frase está encerrada toda la condena que pesa sobre el hombre. El tiempo humano no da vueltas en redondo, sino que sigue una trayectoria recta. Ese es el motivo por el cual el hombre no puede ser feliz, porque la felicidad es el deseo de repetir>> 

Rara vez lo he leido tan claro.

Milan Kundera (Brno, Checoslovaquia, 1929-...)  expone en su novela esa teoría de pesos y levedades a través de cuatro personajes principales con los que juega a través de los contrapesos:

- Tomás: Cirujano de renombre con un vicio que contarnos: no puede huir del deseo de seducir a toda mujer que se le ponga por delante. De ellas extrae esencias hasta el punto de mezclárseles todas en la cabeza y llegar a no recordar nombres ni caras. De entre todas ellas, un día llega a llamar a su puerta Teresa, que le acompaña el resto de sus días. La recoge como quien recogió a Moisés del río y mientras vive con ella mantiene sus infidelidades bajo la cansina aceptación de ella. Nunca sabremos a ciencia cierta si la ama o no, ¿o sí? Juzgad vosotros, porque no queda del todo definido.

- Teresa: Aparece un día en la vida de Tomás y no se separa de él. Pasa de ser reportera gráfica a ser camarera y finalmente dejarlo todo para seguirlo a él. Parece que no está, pero su presencia es sólida en la vida de Tomás. Tomás se deja llevar por las circunstancias de él, de ella, y pasa de ser cirujano a un simple transportista en un pueblo sin nombre. Él soportando la pesada carga de sus decisiones, del destino que no quiso cuestionar, ella soportando la pesada carga de la culpa de sentirse responsable de haber abocado a Tomás a su destino, y ambos leves por haberse dejado llevar, soportando el peso de esa levedad de vivir sin comprometerse.

- Sabina: la "amante" por excelencia de Tomás. Mujer artista, bohemia. Ella sí que vive ligera como el viento. Pero en algún momento decide trasladarse lejos y separarse de Tomás y aquí empieza a sentir el peso de su decisión hasta el fin de sus días. Pero también decide alejarse de Franz para poder "ser" ella: de haberse quedado con él, no hubiera soportado el peso de vivir en un entorno carente de todo sentido para ella.

- Franz: Todo lo contrario de Sabina, su contrapeso. Él sí que llega un momento en que se enamora de esa vida que lleva Sabina, el contrapunto de una vida (su vida) llena de responsabilidades, y se deja llevar por esa levedad de existencia de Sabina, pero con el vértigo metido en el cuerpo porque Sabina, a la cual se entrega, es tan ligera que se le escurre entre los dedos. Al final de sus días, Sabina no es más que una mirada en los ojos de Franz, que le juzgan en el momento de su muerte.

Y con estos mimbres construye Kundera su discurso. Sólo faltaba el escenario, un entorno sociopolítico complejo, donde se rompan los firmes cimientos sobre los que necesita pisar el ser humano, donde los personajes tengan que tomar decisiones: si aceptar a la nueva cultura o revelarse y aceptar las consecuencias: la primavera de Praga del 68 que acaba con la entrada de los soviéticos para desmantelar esa idea del "socialismo con rostro humano" (leer más aquí)

Kundera fue testigo y parte de todo ese escenario y en su libro deja bien a las claras su pensamiento. Tanto es así que La insoportable levedad del ser fue publicada en el año 1985, pero su autor hubo de esperar hasta 2006 para verla publicada en su República Checa natal.

Más cerca del tratado filosófico que de una novela, La insoportable levedad del ser nos habla del peso de nuestras decisiones, de la aparente ligereza de nuestros actos, del ciclo de la vida,... y todo su mensaje va calando en el lector como una fina lluvia de otoño. Imposible explicar más, no quiero, porque explicarlo es romper la magia y explicar más de lo debido el viaje. Sólo te invito a que leas muy buena literatura. Aquí un adelanto:

 <<Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados en la eternidad como Jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más pesada (das schwerste Gewicht). Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de fondo, en toda su maravillosa levedad. ¿Pero es de verdad terrible el peso y maravillosa la levedad?>>

Brillante, ¿no? Aunque yo de quedarme, me quedo con esta sencilla sentencia:

<<Allí donde habla el corazón es de mala educación que la razón lo contradiga>>

 


Comentarios

catherine ha dicho que…
Gracias Miguel por ese recuerdo. Quizá lo vueve a leer.
catherine ha dicho que…
Quizá lo VUELVO a leer.
Ya no sé escribir en español.
Ángeles Jiménez ha dicho que…
Lo leí hace tiempo, pero desde luego que con tu reseña lo voveré a leer de inmediato, ya lo he rescatado de la estantería.
Gracias, Miguel, Kundera debería también agradecértelo, mira si está en las redes sociales 😜

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