Oscurece en Edimburgo.
Hace una semana que acabé de leer Oscurece en Edimburgo , un libro que se posó en mis manos un día siete de mayo (casualidades, siete de mayo, siete plumas, siete manos,...) en la Plaza de San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria. Ese día tuve la dicha de acudir a su presentación y conocer a algunos de sus escritores. Oscurece en Edimburgo tiene varias cosas que la hacen atípica dentro de las novelas que he leído. No podía ser de otra manera. Siete manos, siete cabezas, siete escritores que no se conocían entre ellos. No había un plan preestablecido, un guión. El resultado, por tanto, es puro proceso creativo de tal forma que las ideas se plasmaban tal cual se iban hilvanando en las mentes de sus creadores y se iban volcando en el blog 7 plumas . Eso se nota en los primeros capítulos donde se aprecian pasos algo titubeantes, puertas abiertas, donde la historia podía tomar rumbos diferentes y que poco a poco van convergiendo tomando una dirección que, pensando en perspectiva, era muy d