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Libro: Mi hermana vive sobre la repisa
de la chimenea.
Autor: Annabel Pitcher.
Ediciones Siruela
Páginas: 232
Precio: 12,95€ en Agapea (también
disponible en edición de bolsillo a 7,99 €
y en versión Kindle de Amazon a 9,49€) |
Seguramente nunca hubiera leído este libro si no hubiera sido una recomendación de uno de los miembros del Club de los 1001 Lectores. Eso es lo bueno de pertenecer a un club de lectores: que descubres nuevos libros, nuevos autores, y sobre todo que las propuestas vienen filtradas porque quien propone es lector, un lector crítico, que juzga, con criterio. Puede ser que entre las propuestas vengan libros menos buenos, pero casi siempre la sorpresa es grata, como es el caso.
Digamos que "Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea", no es que se trate de un gran libro, tampoco es alta literatura, pero es un libro diferente, con una voz que atrapa, la del narrador Jamie, un niño de apenas diez años.
Jamie vive en casa de su padre con su hermana Jasmine. Jasmine es gemela de otra niña que se llama Rose, que es la que vive sobre la repisa de la chimenea. Bueno, realmente no es que esté viva. Rose murió hace cinco años a causa de un atentado islamista. Las que viven sobre la repisa de la chimenea son las cenizas de Rose, y digo bien, viven, porque su presencia es palpable. La muerte de Rose destroza a la familia. Los padres de Jamie se separan y los hijos viven con el padre que bebe día sí y día también, y para liarlo aún más, el padre de Jamie y Jasmine, se muda de casa y ellos tienen que cambiar de colegio, con lo que tienen la oportunidad de empezar de nuevo pero cuesta mucho cuando se arrastra un pasado tan lleno de dolor.
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Annabel Pitcher. Imagen extraída de Google images |
Digamos que ese es el esqueleto, y que no debo revelar más del contenido porque estaría echando por tierra gran parte del encanto del libro. Es la primera novela de su joven autora
Annabel Pitcher (1982), una filóloga que promete mucho como escritora. De hecho ya trabaja en su segunda novela llamada "Ketchup Clouds" donde la protagonista en una chica de quince años. Esas voces se le dan bien a Annabel. Sufrí con ese niño y quizás eso fue lo que más me llamó la atención: lo que cuenta, lo que le pasa en el colegio, lo que vive en casa de su padre, lo que siente por su hermana muerta,... todo esto es muy triste, sin embargo el personaje no lo cuenta como sufrimiento, no lo cuenta para dar pena, sólo relata hechos, pero a mí (tal vez por tener en vena la enfermedad de ser padre) me dan ganas de abrazarlo o de traérmelo a casa. Le cogí cariño sin mucho esfuerzo. Annabel nos hace ver por los ojos de un niño, pero sentir como adultos a pesar de lo creíble de su voz. Me pasó algo parecido a lo que sentí cuando leí "
El curioso incidente el perro a media noche" de Mark Haddon, del cual hice reseña en este blog hace algún tiempo. Después de leerlo me he quedado por tanto con esa idea de que como niño no se vuelve a sentir, y en todo caso lo único que nos queda es la nostalgia del recuerdo, de cómo vivíamos lo que nos pasaba.
Yo lo recomiendo ahora que llegan estas fechas de navidad. Encendamos o no la chimenea. Para adultos y para adolescentes también.
Comentarios
Volví a sentir como siente un niño, que no es poco.
Y pude palpar los múltiples dolores de los que lo rodean. El que más, el del padre.
Sí, me gustó y también lo recomiendo.
Igual que el libro de Mark Haddon. Todo un hallazgo.
Besos