Portada del disco de Ricca (Esther Ovejero) Gerunds
Nos contaba Esther Ovejero la otra noche en el Auditorio de Tenerife que en una ocasión le dijo el gerente del El Búho Club en La Laguna, que por su apellido a ella lo que mejor se le daban eran las baladas. Un chiste fácil y que poco tiene que ver con la realidad. A Esther, o a Ricca, su Álter Ego, se le da de todo. Pero hay dos palabras que definen su estilo cante lo que cante: fuerza y pasión.
Ricca es el nuevo proyecto musical de Esther Ovejero y o mucho me equivoco o será el definitivo porque huele a éxito. Su primer disco "Gerunds" está lleno de temas que, como su propia palabra indica, gerundios, son para ser escuchados en directo, como si estuviera ocurriendo en este momento.
"Gerunds" se compone de 10 joyas, que empiezan sonando en gerundio con "Running" como carta de presentación, un tema donde los vientos asumen el protagonismo, algo que se repite en muchos de los temas de su trabajo. Y no será por casualidad, seguro que no, que el quinto tema que nos encontramos justo a la mitad del disco, se llame "Driving", también en gerundio, mira por donde, para que no se nos olvide el tiempo verbal, con un machacón golpe de acordes de piano como pasos en el asfalto, para que no olvidemos que la vida se compone de eso, de lo que pasa mientras andas, de trozos de gerundios. Y entre medio a Ricca le ocurren cosas como nos pasan a todos, ella echa una mirada al cielo y canta "Skies", o se dice que es mejor un pronto que tarde en "Better soon", o se levanta una mañana, una "Morning" en inglés, para decirse mirándose al espejo que no, que no es una chica fácil, que salvará su dignidad a pesar de que no sea garantía de nada y nos describe, como pocas, lo que es un amor verdadero cantando su "True love", un tema que engancha desde el principio: imposible no enamorarse de ese amor verdadero.
Abunda la calidad musical que rodea a su voz grande, no en vano el disco cuenta con la colaboración de lo mejorcito que tenemos por aquí en Canarias, del grande de Kike Perdomo, del talento excepcional del arreglista y pianista Julio Tejera, o del guitarrista Pablo Cebrián entre otros. Coros envolventes, protagonistas, música viva, que late.
Y si hay algo en verdad que no os podéis perder es verla en directo. El pasado domingo abrió con su Driving, armando el tema por piezas, primero con el bajo, luego con golpes de percusión, para dar paso a guitarra (¡que bien lo hizo Niki Webber!), vientos y luego los coros con ese "what matters for another day" que nos empapaba, antes de que entrara Ricca con su enorme presencia para terminar de iluminar el escenario. Escucharla en directo es acabar atrapado por su personalidad, por sus tensos músculos, por su mirada retadora. Yo sigo allí, en la segunda fila del auditorio, y no he podido escapar aún. No sé si lo lograré algún día. Quizás sí pero no quiero. Quiero seguir escuchando. En gerundio.
Me llevo preguntando hace años que el por qué Esther Ovejero no está en lo alto de la música y reconocida como la artista que es. Y siempre aporto mi opinión: interpreta muy bien cualquier género y no se especializa en ninguno.
Libro: La tía Tula Autor: Miguel de Unamuno Edit: Espasa Calpa ISBN: 9788467034011 176 páginas PVP: 6,60 € en Agapea C ada cierto tiempo echo una mirada atrás, a los clásicos de la literatura. Sobre todo me centro en esas asignaturas pendientes, los que no he leído y tengo que leer, porque los que escribimos tenemos deudas de lector. Miguel de Unamuno era uno de esos de la lista de pendientes. Me sentía atraído más que por su literatura, por su vida, por cómo su pensamiento vivió siempre en el conflicto, consigo mismo sobre todo. Unamuno era de los que se cuestionaron todo, hasta el punto de apoyar el levantamiento militar y arrepentirse dos meses después y desdecirse sobre lo dicho con aquel célebre "para vencer hay que convencer" con el que se enfrentó publicamente al fundador de la legión José Millán-Astray, hecho que le llevó a estar recluido en arresto domiciliario los últimos días de su vida hasta que se dejó vencer súbitamente un 31 de diciembre del 36, r...
Nombre: Cara de pan Autora: Sara Mesa Editorial: ANAGRAMA Colección: Narrativas hispánicas ISBN: 978-84-339-9861-3 Páginas: 137 S ara Mesa (Madrid, 1976) es una escritora tardía. Según cuenta fue descubriendo su faceta de escritora de a poco y empezó a publicar ya con 30 años, y no lo hizo nada mal esa primera vez: ganó en 2007 el Premio Nacional de Poesía «Fundación Cultural Miguel Hernández» con su poemario “Este jilguero agenda”, su primera y única incursión en la poesía. A partir de ahí se pasó a la narrativa sintiéndose muy cómoda en la novela corta, como se le escucha decir en sus entrevistas. Cara de Pan es su última obra, publicada con Anagrama a finales del pasado año, y que en pocos meses ya va por la cuarta edición. Se trata de una novela de apenas 136 páginas, que casi se asemeja más a un cuento largo que a una novela corta. Está estructurada en dos partes —El parque y La cafetería—, que a su vez se subdividen en pequeñas partes de no más de una página y c...
Libro: La hojarasca Autor: Gabriel García Márquez páginas: 144 Editorial: Literatura Random house ISBN: 8439729200 pvp: 16,06 € (también en versión Kindle a 2,37 €) Este ejemplar de la foto lo conseguí en un rastrillo, tenía marcado precio de 175 ptas., me costó 1 €. Aquí empezó todo. Por eso la quería leer, este año, justo el año de su muerte. Por eso la propuse como lectura en el club de los 1001 Lectores . Después de leer La Hojarasca tengo que decir que hay que leerla para llegar a entender en toda su extensión qué nos cuenta Gabo en 100 años de soledad. Reconozco que cuando leí 100 años de soledad, las mariposas, los rabos de cochino y todas aquellas imágenes mágicas lo llenaron todo. Fue una explosión de colores (los fuegos artificiales de los que habla mi buen amigo Iván). Y me pasó eso: la forma se comió el fondo. Al leer La Hojarasca por fin entiendo muchas cosas. Gabo Márquez publica esta novela en 1955, doce años antes que 100 años de soledad. Aquí aparece ...
Comentarios