El Mago de Las Palabras
Hay una norma lógica según tengo entendido que dice que para entender lo que se lee, es necesario saber el significado de las palabras. Es lógico, ¿no?.
Esto creía hasta hace muy poco, que leí un capítulo de un libro de Luis Cortázar. Era su novela Rayuela. Les recomiendo cualquier texto de Cortázar. Cada texto suyo es una obra de arte. Para mi, es el mago de las palabras. Yo me pregunto: ¿Cómo puede describir una escena empleando palabras carentes de significado?. Prueben a buscar una sola en el diccionario. En cualquier diccionario. Probad a leer este texto y decidme si sois capaces de no saber de lo que está hablando:
Esto creía hasta hace muy poco, que leí un capítulo de un libro de Luis Cortázar. Era su novela Rayuela. Les recomiendo cualquier texto de Cortázar. Cada texto suyo es una obra de arte. Para mi, es el mago de las palabras. Yo me pregunto: ¿Cómo puede describir una escena empleando palabras carentes de significado?. Prueben a buscar una sola en el diccionario. En cualquier diccionario. Probad a leer este texto y decidme si sois capaces de no saber de lo que está hablando:
"Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo como poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunio. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumílica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias."
Comentarios
Sin embargo, soy amante de los cuentos de Cortázar, yo, que no soy amiga de cuentos...
Admiro su capacidad creativa, su exuberancia lingüística, pero se me antoja denso. Y no disfruto del artificio si no logra conmoverme como lo hizo, por ejemplo, Todos los fuegos, el fuego.
Supongo que mi impaciencia me ha impedido darle una oportunidad a Rayuela para que me toque el corazón.
Tendré que desempolvar el libro, que tengo a buen recaudo, e intentarlo otra vez.
Besos